El sentido común pone el caminar como la primera solución de movilidad en la que deberíamos pensar. Mejora el estado de forma física y psíquica, el cuidado mediambiental y reduce el gasto. Pero caminar deja de ser una opción cuando aumentan las distancias o es necesario de acceder a diferentes puntos de la población en espacios cortos de tiempo. Si las combinaciones de transporte colectivo no se adaptan o interesa mantener la independencia en la movilidad, se hacen interesantes los vehículos de movilidad personal (VMP).
En noviembre de 2020, la Dirección General de Tráfico (DGT) establecido qué es un VMP y una normativa que todos los nuevos VMP deben cumplir para poder ser utilizados en la vía pública, dejando a los modelos anteriores utilizables hasta el 22 de enero de 2027. Las características principales son, ser un vehículo de 2 o más ruedas de una única plaza y propulsado exclusivamente por motor eléctrico, con una velocidad máxima entre 6 y 25 km/h. Las baterías no pueden tener más de 100 VCC y su cargador no puede superar los 240 VCA de entrada.
El más conocido es el patinete eléctrico, popularizado por las compañías de alquiler por minutos que proliferan en los centros urbanos de las ciudades españolas. Pero, como vehículo privado, también ofrecen un nuevo tipo de solución de movilidad útil en todo tipo de poblaciones, pequeñas o grandes, barrios céntricos o de extrarradio y urbanizaciones.
A partir de 4 o 5 kilómetros diarios dentro de un núcleo urbano, los patinetes eléctricos ofrecen una solución económica, ágil de usar y fácil de convivir. Sus tamaños permiten plegarse y acceder con ellos al hogar y en muchos casos al trabajo, gimnasios o polideportivos, reduciendo inconvenientes de otros vehículos como las bicicletas. Son fáciles de transportar en metro, tren de cercanías o en el maletero de un turismo. Además, gastan poca energía, siendo fácil y barato recargarlos. Y tienen precios accesibles, sobre todo si se tiene en cuenta el ahorro de tiempo que ofrecen.
Otras soluciones VMP son los scootter eléctricos con asiento, los monociclos eléctricos, los tipo segway o los hoverboard. Todos estos ofrecen características parecidas de movilidad, aunque con diferentes ventajas e inconvenientes en cuanto a rango de utilización, practicidad o facilidad de uso.
Sea cual sea el tipo de VMP elegido, el usuario debe tener en cuenta las normativas municipales y de circulación establecidas para este tipo de vehículos y no lanzarse a la vía sin informarse primero por dónde pueden y no pueden circular. No es necesario una licencia o permiso de conducción para utilizarlos y no hay límite mínimo de uso, pero es muy aconsejable tener nociones del código de circulación al compartir espacio en la vía con los vehículos a motor, así como utilizar un casco aunque no sea obligatorio para adultos.
La entrada Los VMP como solución de movilidad urbana se publicó primero en MOGY.
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